Hoy os traigo calentitas calentitas, para este frío que nos llega, una sesión de manos.
Llevo un par de días dibujando manos, porque como a todo artista/dibujante, es algo que nos aterra y que siempre que podemos meterle las manos en el bolsillo al personaje, mejor que mejor, ¿no? Y ya era hora de enfrentarme a mis peores enemigos.
La verdad, es que es algo que os recomiendo enormemente: dibujad al menos dos manos al día (las vuestras, las de vuestra madre, hermana, novio, novia, vecino o las del señor del asiento de al lado vuestro del metro que se ha quedado dormido) porque se aprende muchísimo y sobretodo se quitan muchos miedos.
¡Ala! ¡¡¡¡Todo el mundo a dibujar manos!!!