De pequeñas, cuando mi madre tenía que tender la ropa, nos encantaba coger el barreño y meter nuestras dos cabezas en él mientras -con voz de marciano- repetíamos por todo el pasillo de casa "somos los marcianos. Estamos pegados y venimos en son de paaaaaaaaz"
Esta ilustración la hice para una tarjeta que le regalé a mi hermana gemela para nuestro cumpleaños de este año.