No es difícil fantasear con lo que uno quiere o desearía hacer o tener. Todos tenemos nuestros propios pájaros en la cabeza, unos más, otros menos, otros incluso ¡hasta les ponen huevos! No es malo tener a estos inquilinos en nuestro coco, nos dan fuerza para seguir hacia delante, para conseguir algunas metas. Pero tampoco nos podemos fiar sólo de estos pajarillos, hay que hacer caso también a la cabecita que tenemos sobre los hombros. ^^